Juzgar con perspectiva de género, una obligación del Poder Judicial: Jueza Rita Ramírez
“Existe aún un largo camino de educación y fortalecimiento en todo lo que implica el concepto “perspectiva de género” y desde el ámbito judicial, es una práctica obligatoria para juzgar, que salvaguarda los derechos humanos del justiciable”, señaló la Jueza de Control y Tribunal de Enjuiciamiento, Rita de Jesús Ramírez Martínez.
Lo anterior, al participar en el panel “Perspectiva de Género en la Impartición de Justicia”, convocado por el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción; foro donde compartió las responsabilidades y retos que se tienen desde la trinchera judicial con la Magistrada Gloria Esparza Rodarte del Tribunal de Justicia Electoral, la Directora del Centro de Justicia para las Mujeres, Fátima Xóchitl Encina Arroyo y la Jueza de Distrito del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen López Froylán.
La jueza Rita de Jesús, explicó que en una preocupación por propiciar igualdad, no discriminación y la erradicación de la violencia de género, la Suprema Corte de Justicia de la Nación publicó el Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género y se ha puesto especial énfasis en combatir las causas de la discriminación que afectan a las personas debido al género, de evidenciar los estereotipos de género perjudiciales, de redefinir la masculinidad y sentar las bases para refundar las relaciones entre mujeres, hombres y personas de la diversidad sexual bajo un paradigma de igualdad sustancial. No obstante, resta mucho por hacer para transformar una realidad que dista de ser igualitaria y estar desprovista de discriminación y violencia.
Ahora bien, dijo, no solo juzgadores, sino cualquier servidor(a) público debe ser capacitado en esta materia, para prevenir así actos de discriminación, de violencia e incluso de corrupción, ante ello, destacó la permanente especialización que brinda el Poder Judicial para pronunciarse en cada sentencia con perspectiva de género.
Finalmente concluyó en que desde la familia se debe iniciar con prácticas inclusivas, sin poner género a las tareas del hogar, y recordar a cada miembro que no se trata de ayudar a mamá o a papá, se trata de contribuir a la mejora del hogar y de la familia.
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