Nepotismo: El Pueblo Habla en las Urnas
M.B.A. Mariano Alberto Casas Valadez
Secretario General de Morena en Zacatecas

El rechazo al nepotismo en la política mexicana quedó demostrado en las elecciones del 2 de junio de 2024. Un ejemplo claro fue Nuevo León, donde Mariana Rodríguez, esposa del gobernador Samuel García, fracasó en su intento de llegar a la alcaldía de Monterrey a pesar de contar con una fuerte campaña mediática y el respaldo del aparato estatal. La ciudadanía dejó claro que no quiere herencias de poder.
Sin embargo, esta práctica no es exclusiva de un partido ni de una región. En Zacatecas, diversos casos confirman que el nepotismo sigue vigente. En el PAN, la diputada Karla Estrada García ocupa un escaño plurinominal mientras funge como presidenta del DIF municipal, cargo que ostenta gracias a su esposo, el alcalde Miguel Ángel Varela Pinedo. Otro caso es el del regidor Oscar Contreras Vázquez, cuyo hermano Osvaldo Contreras lo favoreció con cargos dentro del Congreso local.
El PRI tampoco queda exento. La regidora de la capital, Mariana Anaya Mota, se benefició del respaldo de su hermana, la senadora Claudia Edith Anaya Mota, quien también impulsó a su hermano Víctor Anaya Mota como contralor del ayuntamiento entre 2021 y 2024. En Movimiento Ciudadano, Jessica Astrid Jayme Magaña, esposa del excandidato a la presidencia municipal Juan del Real, también accedió a un puesto clave en el cabildo.
A pesar de los intentos por disfrazar estas prácticas como “renovación política”, los hechos demuestran lo contrario. El mensaje del pueblo es claro: el nepotismo no tiene cabida en la democracia mexicana. Si en Nuevo León se castigó esta estrategia en las urnas, en Zacatecas y en todo el país el electorado podría seguir el mismo camino.
La advertencia de la presidenta Claudia Sheinbaum resuena con fuerza: “Quien ponga a un familiar como candidato en 2027 se verá muy mal”. La ciudadanía está atenta y, como ya demostró, está dispuesta a frenar estas prácticas con la mejor arma que tiene: su voto.
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